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sábado, 2 de febrero de 2013

"¡¡¡Adelante, contra naturaleza!!!"


ABC digital, 2.02.2013, Guillermo Llona
José González Horrillo, profesor de religión en la educación pública madrileña y miembro de una banda de rock, denuncia en su libro «La alternativa católica» la incapacidad de muchos cristianos para argumentar en defensa de su fe cuando esta es atacada. El autor, que cierra con esta obra una trilogía editada por Sekotia que comenzó con el «Manual básico para católicos sin complejos» y cuya segunda entrega fue «Conociendo al enemigo», explica a ABC.es cuáles son los desafíos a los que se enfrenta la Iglesia en la España de hoy.
¿Debemos respetar las leyes a favor del aborto y la eutanasia por el mero hecho de haber sido aprobadas en democracia?
La verdad no se decide por votación, la verdad es la que es. Si no llegaríamos a lo que ocurrió después de la Revolución francesa, cuando votaron si existía Dios y salió que no. En relación con el aborto y la eutanasia, los políticos católicos deberían ser más fieles a sus creencias que a sus ideas. En primer lugar debemos ser coherentes con lo que creemos de verdad, aunque nos juguemos el puesto, y sobre todo en temas tan importantes como es la vida. Ahí no puede haber ambigüedades.
En tu libro hablas de un «feminismo radical» que perjudica a la mujer.
En efecto, el feminismo radical o de génerohace un daño terrible a la mujer y al feminismo auténtico, que es el que sí defiende los derechos de la mujer, entre otros los laborales, y su dignidad. El feminismo radical castra a la mujer en lo más esencial que tiene, que es su feminidad. Y creo que va a dar guerra… Hay muchos intereses detrás, sobre todo políticos. Está perversión del feminismo, la ideología de género, no es otra cosa que una mutación del marxismo de toda la vida, que ha traducido la lucha de clases como lucha de sexos.
¿Y dónde pone el énfasis en sus campañas?
Primero en el ataque a la vida. El feminismo radical es uno de los abanderados de la cultura de la muerte: del aborto e incluso de la eutanasia. Aunque parezca que nada tienen que ver, ¡tú pregunta a cualquier feminista radical si está de acuerdo con la eutanasia! Cuando alguien está a favor del aborto no tiene clara la dignidad del ser humano. Por otro lado, la ideología de género se está cargando la naturalidad de la sexualidad, está intentando convencer a las mujeres de que no son mujeres, de que deben renunciar a su maternidad, a su feminidad... Es como pedir a un balón de fútbol que sea una pelota de béisbol.
En relación con el matrimonio gay hay muchos españoles que piensan: Si se trata de una cuestión de derechos civiles, ¿por qué la Iglesia católica se mete en este asunto?
La Iglesia no se mete con los homosexuales, ya que son hermanos nuestros. De hecho, yo presumo de querer mucho a una persona gay. Yo respeto sus ideas y él las mías, pero no se puede equiparar elmatrimonio gay con el heterosexual o natural. Y si hablamos de derechos, en estos casos el niño es una víctima del de adopción. Siempre que no haya víctimas ni deformación de la realidad, si dos personas gays sólo quieren vivir juntas… vale.
«El feminismo radical castra a la mujer en lo más esencial: su feminidad»
SEKOTIA
Portada de «La alternativa católica»
En la dedicatoria de tu libro hablas de una Iglesia «mal tratada y más necesaria que nunca».
La Iglesia está siendo mal tratada porque su mensaje es contrario al que nos ofrecen algunas ideologías políticas a través de los medios de comunicación, sobre todo en lo relativo a la moral. Hasta ahora mucha gente creía en laIglesia católica. Y para que esas personas empiecen a creer en otras cosas, como en la ideología de género, hay que desbancar al catolicismo y tomar el espacio que aún ocupa. Es lo que persiguen también los «nuevos movimientos religiosos», como la cienciología o la masonería, que son totalmente contrarios al catolicismo.
¿No crees que hacen más daño al cristianismo los ateístas que los ateos?
Sí, sobre todo porque hay más militantes de esa calaña. Son mucho más peligrosos que las personas que se dicen «ateas» para referirse a que son indiferentes. La ateísta es una ideología totalitaria y, por lo tanto, intolerante.
¿Por qué los católicos no saben defender a la Iglesia cuando se la ataca?
Por falta de formación. ¡Y la culpa la tenemos los mismos católicos! Nos hemos relajado. Al haber sido nuestra fe tan mayoritaria, muchos católicos se han dejado de preguntar por qué lo son. La Iglesia en España se durmió, y tenemos que espabilar, tenemos que volver a formarnos, volver a creer en lo esencial y no en cosas superficiales. Y para ello tenemos que empezar casi de cero.
¿Y por qué tampoco saben argumentar sin tópicos contra el aborto o la eutanasia?
Porque para argumentar contra la cultura de la muerte hay que hablar de antropología, y el católico desconoce la antropología cristiana, lo que el cristianismo considera que es la persona... Incluso si cualquier ateo supiese cuál es la postura de la antropología cristiana dudaría si estar a favor o no del aborto, porque algunos ataques al catolicismo también se deben al desconocimiento de la Iglesia por parte de los propios atacantes. Y es que una cosa es lo que la Iglesia dice, y otra lo que algunos medios dicen que la Iglesia dice.
La mayoría de católicos tampoco conoce las Sagradas Escrituras. Y así es muy difícil evangelizar...
Sí, y es por comodidad. Muchas personas son católicas más por tradición que por convencimiento. En España hemos pasado del nacionalcatolicismo, que fue una salvajada, a un odio visceral a la Iglesia, y mucha gente no ha tenido tiempo de reaccionar. Ahora estamos empezando a hacerlo, a darnos cuenta de que ni el nacionalcatolicismo era bueno ni los ataques que recibe la Iglesia son justos.
¿Por qué el catolicismo parece haber desaparecido de la lucha por los derechos de los trabajadores?
Porque el mundo laboral está acaparado por los sindicatos de izquierdas. Hoy parece que sólo puedes estar en Comisiones Obreras oUGT. Aunque sí existen en la Iglesia organizaciones que trabajan en este sentido, como la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), no tienen apoyo en los medios de comunicación y están anuladas por esos sindicatos izquierdistas.
El primer libro de tu trilogía fue un «Manual básico para católicos sin complejos». ¿Por qué existe aún ese complejo?
De nuevo, porque a los católicos les falta formación para defenderse. Al carecer de argumentos te callas, y te acomplejas. Pero los que están enfrente tampoco tienen buenos argumentos, utilizan tópicos, pero como están mejor vistos por los medios de comunicación... Hoy, lo políticamente correcto es no ser cristiano, y por eso, hoy en día ser católico es ser rebelde. Hay que tener un par de narices para defender nuestra fe.
«El feminismo radical castra a la mujer en lo más esencial: su feminidad»
SEKOTIA
José González Horrillo
Tú propones «salir del armario» y gritar a los cuatro vientos «¡soy católico!».
La expresión viene de una canción de Católicos Sin Complejos, mi banda de rock. Hoy los jóvenes cristianos están más despiertos porque la persecución depura, purifica la Iglesia. Nadie se juega el tipo por unas ideas que no tiene muy claras. Como decía el teólogo alemán Karl Rahner «el católico del siglo XXI será un místico o no será». La persecución a los cristianos ya no consiste en los leones, sino en la ridiculización de su Iglesia. Se está vendiendo la imagen de un católico rarito, reprimido y con cara de tonto. De hecho, el título de «La alternativa católica» viene de que ahora lo que se impone es lo contrario a la fe cristiana, y por esta razón la Iglesia es «la alternativa». Un día me llegaron a decir «cómo vas a ser católico, si tú eres normal». Mucha gente no cree que sea profesor de religión, ¡pues lo soy y me gustan losRolling Stones!
¿Son los jóvenes católicos de ahora más exigentes con su Iglesia de lo que fueron sus mayores?
El joven católico convencido es exigente con su Iglesia porque la quiere, pero sólo pide coherencia. Es una petición dirigida a la jerarquía y a cualquier católico. No le puedo exigir a Rouco [Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española] lo que no me exijo a mí mismo, porque los dos somos igual de católicos, con diferentes puestos en la Iglesia, pero igual de católicos.
Tu anterior libro era «Conociendo al enemigo». ¿Quiénes hacen daño a la Iglesia?
Entre los políticos, están en cualquier parte, en la derecha y la izquierda, en los partidos nacionales y en los nacionalistas. Y dentro de la Iglesia existen muchos enemigos del catolicismo: Católicas por el Derecho a DecidirSomos Iglesia, la Asociación de Teólogos Juan XXIII... Muchas de estas organizaciones provienen del marxismo y del feminismo radical. Los enemigos de la Iglesia están allí donde una persona quiere quitar a Cristo para ocupar su lugar.

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